Va a piñón fijo, sin que le importe nada más que salirse con la suya, demostrando un desprecio absoluto hacia todos los demás, aunque sean de su cuerda. El respeto al prójimo requiere un poco de rigor en lo que se dice.
Esta ministra ha mentido claramente en Argentina y con ello se habría descalificado, si no fuera porque ya estaba previamente descalificada: https://twitter.com/IreneRAlda/status/1590828686877474816?s=20&t=hGvAg85N11WIFkZ1iBC5_Q
Es tan torpe que piensa que los códigos morales, que son el sustento de las leyes, son fruto del capricho y puesto que ahora ella tiene la facultad de legislar tiene derecho a determinar lo que está bien y lo que está mal.
Pues no. Todos los códigos morales de cualquier parte del planeta surgidos desde los primeros tiempos de la humanidad tienen su origen en el instinto de conservación como especie, de modo que todo lo que vaya en su contra siempre será inmoral.
Entonces, lo que dice ella es mentira y además es imposible, porque si fuera cierto y con este gobierno que sufrimos ya se habría encarcelado a bastante gente. Se intenta hacerlo, no obstante, a pesar de que lo hacen los contrarios al aborto es sensato.
Convencer a las mujeres de que el aborto es un derecho es embrutecerlas. Es encomiable que haya quien se lo quiera explicar.
La mejor literatura que hay sobre el aborto es en contra. Natalia Ginzburg, comunista, tenía talento. Al referirse a esta cuestión lo dijo: abortar es matar. A continuación se manifestó a favor. Es que a los comunistas no les repugna matar. Que una madre se crea con derecho a matar a su propio hijo es repugnante y además va claramente contra el instinto de conservación como especie.
Los comunistas, para poder implantar su dictadura, necesitan degradar y corromper a buena parte de la población.
El aborto nunca puede ser un derecho, aunque la legislación lo diga así. Que haya que tolerarlo en determinadas circunstancias no significa que se pueda ir más allá.
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