miércoles, 9 de noviembre de 2022

Pensamientos sobre el caso Marta del Castillo

 

Los padres de Marta no han podido recuperar el cuerpo de su hija. La Administración ha gastado mucho dinero en su búsqueda. El hecho de que no aparezca favorece al asesino, o asesinos. Porque fue condenado uno, pero si se hubiera recuperado el cuerpo se habría podido determinar si fue uno solo o participó alguien más y cómo se produjo su muerte.

Todo esto induce a pensar que está bien la benevolencia con los asesinos, pero siempre y cuando no ponga en peligro a los ciudadanos que respetan las leyes, ni merme sus derechos.

Los jueces y los policías tienen que actuar dentro del corsé de la ley y si ésta no les proporciona suficientes medios para hacer su trabajo ocurre que los asesinos se burlan de ellos con total impunidad, como fue el caso de este asesinato -que pudo ser mucho más atroz de lo que se supone-, cuyo autor, según propia confesión, estuvo cambiando su versión de los hechos y del modo en que se desprendió del cuerpo y del lugar en que lo hizo desaparecer, sin que esto último resultara cierto ninguna vez.

Desamparados quedan los padres de la víctima y los contribuyentes que han de pagar los gastos.

En casos como este y el de las niñas de Alcácer, por poner otro ejemplo, los padres pueden desesperarse al ver que la justicia tiene las manos atadas e incluso contratar detectives por su cuenta y hacer declaraciones a los medios en las que dan cuenta de su desesperación y desvalimiento.

Y a lo mejor tienen que morderse la lengua, porque la benevolencia de la ley con los asesinos no se da con la gente honrada y si la angustia y el desvalimiento que sienten les lleva a decir algo inconveniente todo el peso de la ley puede caer sobre ellos. Los legisladores podrían esmerarme un poco más en la elaboración de las leyes y comprender que su objetivo es defender a la gente honrada.


Esos libros míos


















No hay comentarios: