jueves, 24 de noviembre de 2022

Traición del PSOE a la Guardia Civil

 

Antes que nada quiero saludar a Pascual Sala, Eugenio Gay, Elisa Pérez Vera, Pablo Pérez Tremps, Luis Ortega y Adela Asúa.

Pretendía Feijóo que unos cuantos diputados socialistas rompieran la disciplina de voto, para beneficiar con ello a los ciudadanos que les pagan sus sueldos, y se les ha visto a todos aplaudiendo y apoyando a una ministra cuya incompetencia y mendacidad están en boca de todos. Junto con ellos, han aplaudido los componentes de todos esos partidos que ansían perjudicar a los españoles. La ministra, cuya incapacidad para el puesto es notoria, ha llamado fascistas a los diputados de Vox, partido uno de cuyos fundadores fue Ortega Lara, cuya liberación celebró de manera infame una integrante de Bildu. No me sorprendería que en las próximas elecciones Vox obtuviera más votos que el PSOE.

Los españoles estamos en deuda con la Guardia Civil, que tantos sacrificios ha hecho por nuestro bienestar y que ha soportado el maltrato al que viene siendo sometida en distintas zonas del territorio nacional con una disciplina digna de encomio. Los terroristas han asesinado vilmente a muchos guardiaciviles, a hijos y esposas suyos, sin que el Estado al que defendían y por el que murieron haya estado a la altura de las circunstancias. Y ahora el gobierno de Sánchez le infiere una nueva afrenta que los españoles no deberían pasar por alto.

Piensa ese ministrito portavoz que puede cambiar el modo en que fueron las cosas sólo porque lo diga él. Ha señalado como artífices de la victoria contra ETA, que no se ha producido puesto que quedan casi 400 atentados por resolver y a los terroristas se les hacen homenajes, a dos los tipos más nefastos en este apartado, Zapatero y López. Si los socialistas asesinados por ETA levantaran la cabeza...

Reproduzco estas palabras de la madre de Joseba Pagazaurtundúa, aun sabiendo que es improbable que tengan algún interés para Bolaños: «Y después vino el calvario de nueve años de ver sufrir a mi hijo, que veía llegar su propio asesinato. Se jugó la vida por defender la libertad, no por lo que parece que viene de vuestra mano, eso que pomposamente se anuncia como un proceso de Paz. Porque, Patxi, ahora veo que, efectivamente, has puesto en un lado de la balanza la vida y la dignidad, y en el otro el poder y el interés del partido, y que te has reunido con EHAK. Ya no me quedan dudas de que cerrarás más veces los ojos y dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son. A tus pasos los llamarán valientes. ¡Qué solos se han quedado nuestros muertos!, Patxi. ¡Qué solos estamos los que no hemos cerrado los ojos!».


Esos libros míos


 


No hay comentarios: