Exministros

 

Rosa Aguilar Rivero, Magdalena Álvarez Arza, Enrique Barón Crespo, Abel Caballero Álvarez, Jesús Caldera Sánchez-Capitán, Antonio Camacho Vizcaíno, Joan Clos i Matheu, Luis Carlos Croissier Batista, Elena Espinosa Mangana, Matilde Fernández Sanz, Ángeles González-Sinde, Joan Lerma Blasco, José María Maravall Herrero, Cristina Narbona Ruiz, Jerónimo Saavedra Acevedo, Narcís Serra i Serra, Javier Solana Madariaga, Gustavo Suárez Pertierra, Carlos Westendorp y Cabeza.
Joaquín Almunia Amann, Luis María Atienza Serna, José Blanco López, Francisco Caamaño Domínguez, Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo, Carmen Calvo Poyato, Manuel Chaves González, Beatriz Corredor Sierra, Juan Manuel Eguiagaray, Mariano Fernández Bermejo, Valeriano Gómez Sánchez, Ramón Jáuregui Atondo, Juan Fernando López Aguilar, José Montilla Aguilera, Javier Moscoso del Prado, Miguel Sebastián Gascón, Jordi Sevilla Segura y Mª Antonia Trujillo Rincón.

Todos tienen algo en común, pero antes de referirme a ello contar´r algunas particularidades. Se decía de los hermanos Solana Madariaga que uno veía crecer la hierba y el otro se la comía. Pues aquí, en la lista anterior está uno de los dos. Supongo no está por que no ha sido ministro, pero ninguno ha hecho nada por el bien común, todo en beneficio propio.

Anda también por la lista el Enano de Tafalla, que citaba a Shakespeare en el Congreso para dárselas de refinado, pero su estilo era bronco y como de matón de barrio. Otro que tal es Miguel Sebastián, el de las ideas brillantes. La chorrada que no se le ocurra a él, no se le ocurre a nadie. Y le quiso dar un golpe bajo a Gallardón. Y Caldera. Si hay un alcornoque en su calle y se seca, pueden ponerlo en su lugar, porque más o menos... Pepiño no falta,o sea que te vote Pepiño. Maleni, Calvo y Narbona, Las Tres Desgracias. La de la solución habitacional y el del hecho cinegético -a pedantes no hay quien les gane-, también andan por ahí.

Todos, los que he citado y los que no, piden el voto para un enfermo, para alguien que no está en sus cabales.

Esos libros míos