Sánchez cae muy mal, incluso a los socialistas. Zapatero consiguió muchos más votos en sus segundas elecciones. Ha conseguido un resultado con el que puede intentar reeditar el gobierno Frankenstein, pero es porque ha funcionado la invocación del miedo a Vox, que ha contribuido a alimentar Feijóo, que tampoco cae bien.
Si poniéndoselas como a Fernando VII -toda España queriendo echar a Sánchez- no lo ha conseguido, debería pensar en retirarse.
Esperanza Aguirre ha dicho que si hay repetición electoral es posible que el PP obtenga peores resultados.
¿Y sabiendo eso, por qué Sánchez no las repite y así se evita tener que hacer pactos indeseados? Pues por lo mismo que las adelantó al 23-J, porque hay movimientos en el partido para quitarlo.
Lo que está deseando una gran masa de socialistas es un pacto entre el PP y el PSOE, pero mientras esté Sánchez no es posible, porque carece de autocontrol y el odio que le tiene al PP es patológico. No es cierto que todos los socialistas le tengan el mismo odio. Estoy seguro de que muchos de ellos prefieren pactar con el PP antes que con Bildu o Podemos.
Conviene esperar el milagro o no perder la esperanza de que el PSOE, por instinto de supervivencia, logre desembarazarse de quien está dispuesto a cargarse el partido, o lo que haga falta, con tal de ser el presidente.
Por el otro lado, Feijóo debería demostrar que se da cuenta de las cosas y dejar paso a una dama, teniendo en cuenta, además, que quizá esté en los escritos que Ayuso sea la primera presidenta de España. Si el destino es que ha de ser ella, lo será más pronto que tarde. Y la prueba de que es así es que ella no lo ha buscado nunca, sino que las circunstancias la ponen en el lugar adecuado, y el PP no lo entiende, y vuelven las circunstancias a ponerla de nuevo. Hasta que al final resulte.
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