Se trata de dos fragmentos de un par de entrevistas. La primera, publicada en The Objetive y el texto elegido es el siguiente:
«Tras la Gran Recesión», le digo a Tortella, «algunos líderes de la izquierda han desempolvado el discurso antimercado. Pablo Iglesias y Yolanda Díaz quieren limitar los alquileres, controlar los precios, nacionalizar la banca y las empresas energéticas…»
Tortella sacude la cabeza con desaliento.
«Es la ignorancia total», contesta finalmente. «No saben nada de historia, no saben nada de economía, no saben nada de nada. Es puro populismo, recetas simplistas de gente ignorante. ¿Que suben los precios? Pues los tasamos. Pero, oiga, eso ya lo intentó Felipe II y no funcionó, dio lugar al mercado negro y a la distorsión absoluta, ha sido siempre un fracaso… Pero, ¿qué le vamos a hacer? Aristóteles ya alertó contra la demagogia. Es más vieja que las cajas de cerillas, pero nunca falta un idiota que propone una imbecilidad y otro que le sigue».
La segunda se publicó en La Razón:
¿Vox no es extrema derecha?
No. Vox a lo que más se parecería es a la vieja democracia cristiana. En ningún momento ha intentado saltarse o violentar la ley y nunca ha recurrido a nada parecido a lo que clásicamente recurre la extrema derecha. Vox no tiene las manos manchadas de sangre y entre sus filas cuenta con individuos que sí han sido perseguidos por terroristas.
«Vox no es extrema derecha. No ha intentado violentar la ley ni tiene las manos manchadas de sangre»
Félix Ovejero
Se habrán dado cuenta de que los ignorantes a los que me refiero no son Tortella ni Ovejero. Aunque hay que reconocer que no todos los que consideran a Vox como extrema derecha son ignorantes, los hay que lo hacen por pura malicia, pero estos no son tantos, aunque sí los que han fomentado el miedo al partido de Abascal, que es lo que ha posibilitado que un felón tenga posibilidades de continuar utilizando el Falcon.
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