Belurre, Berrila, Belarra -¿cómo nos la vamos a tomar en serio si intenta tomarnos el pelo cada dos por tres?-, le ha enviado instrucciones a Albares -¿quién es ella para interferir en las tareas del ministro de Exteriores, cuya función, recordémoslo, es procurar que su jefecit0 brille?- como si con ello pudiera influir en los designios de Putin.
Es difícil intuir de dónde ha sacado la idea de engañar al sátrapa ruso, cuyo talento es infinitamente mayor que el suyo y que también está dedicando sus esfuerzos a engañar al personal. Pero mientras las mentiras del ruso están bien elaboradas y pueden engañar a muchos, las de Belarra, cuya seña de identidad es la seriedad asnal, son simples, tediosas y ofensivas por eso mismo. ¿Cree que los españoles somos tontos?
Su partido, además, promueve los acosos, o sea, la violencia, es afín a ETA, y a los malditos golpistas catalanes.
El que ha nombrado a esas dos ministras tan incompetentes y desvergonzadas, Montero y Belarra, y ha puesto dinero del erario a su disposición debería ser objeto de befa y escarnio en el PSOE, cosa que no ocurrirá porque todo el idealismo que algunos le atribuyeron antaño a este partido ha quedado claro que se resume en el uso y el disfrute del poder. Y si para ello ha de nombrar a esas dos, pues lo hace. Y a Garzón, ‘el ecologista’, que menudo morro también. Por lo menos, la Yoly sabe lucir modelitos y balancear los brazos. Algo es algo y menos da una piedra.
Todo el dinero que manejan los ministros comunistas es dinero tirado a la basura y seguramente Sánchez no se da cuenta, porque entre que es cortito y se pasa el tiempo mirándose al espejo, se le escapa el detalle, pero en el PSOE hay gente con talento, aunque no esté en los ministerios y debería hacer algo para parar esto. Ese dinero que se dilapida vendría bien para aliviar a mucha gente en apuros de salud y económicos.
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