Digo esto con motivo de un tuit de @csanchezaguilar en el que reprocha a un diario de tirada nacional que dé una parte de la noticia y calle la otra. Ese medio es cada vez más tendencioso, sin duda porque depende del favor gubernamental casi exclusivamente. La corrupción de los medios es la más grave.
Alega esta señora que al mismo tiempo que unas mujeres iban a Londres a abortar, otras decidían arrostrar las consecuencias del embarazo y daban a sus hijos en adopción, merced a lo cual ella vive.
Hay que considerar que el bebé concebido no tiene ninguna culpa de lo que haya podido ocurrir y es la parte débil e indefensa. El Estado tiene la obligación moral de defender a quienes no pueden hacerlo por sus propios medios y aquí tenemos a los de la izquierda presumiendo de que ellos piensan en los demás, pero todos los dogmas que intentan imponer son perjudiciales para los desfavorecidos: No a las nucleares, sí al aborto, si a fomentar el paro, porque en ese sentido van las medidas que proponen, sí a la ruina de las empresas y de los autónomos…
En los tiempos actuales hay muchos métodos anticonceptivos. Hay que leer lo que dicen del aborto personas inteligentes, no necesariamente de derechas ni religiosas, como Miguel Delibes, Gustavo Bueno o Julián Marías. Nadie les ha rebatido. No hay modo de argumentar contra lo que dicen sin servirse de banalidades y tonterías.
Juan Marsé fue un adoptado de mente sana. La mujer que a su hijo en adopción es muy posible que tenga curiosidad por saber qué ha sido de él. Más raro es que quiera ser encontrada, porque pasados los primeros abrazos la tentación de los reproches es muy fuerte y una madre quizá no los pueda resistir. Él aceptó la vida como le vino y jamás, o eso dijo, intentó esas búsquedas en las que otros gastaron fortunas.
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