Se ha comentado que el oro del Banco de España que vendió Solbes valdría mucho más ahora, porque su cotización ha aumentado considerablemente, pero ese no es el caso porque al dinero que consiguió le podría haber sacado una rentabilidad superior, lo que ocurre es que todo el dinero del Estado en poder del PSOE se va por el desagüe, el de sus dirigentes no; gestionan mejor sus economías domésticas que la del Estado.
Es el partido del derroche, o sea, que los pobres no cuentan nada para sus dirigentes. Los alimentan con propaganda. Que es un partido sin escrúpulos lo prueba que va a gravar fiscalmente las indemnizaciones por accidentes de tráfico. Sólo a mentes depravadas se les puede ocurrir esa idea. También y sobre todo lo prueba que sus compañeros de viaje en este gobierno son los más viles que hay en España.
Todo es triunfalismo en el PSOE, pero los homenajes a los etarras se suceden y se conculca a diario la ley en numerosos lugares de España. ¿Qué tiene que ver el PSOE con la democracia? Sin el respeto a la ley, no existe. A este partido le solivianta sobremanera la independencia de los jueces, quiere tenerlos a todos controlados o amedrentados. Al juez
Marino Barbero le destrozaron la vida porque quiso actuar con libertad.
Para que haya democracia es necesario que la justicia sea independiente. Jamás se prestará el PSOE a que eso ocurra.
Tampoco tienen sus dirigentes espíritu deportivo o sentido del humor: Cuando Felipe González se subió al Azor, un funcionario quiso hacerlo también y pagó caro su atrevimiento. Tuvo suerte de que estén prohibidos los castigos corporales. Este funcionario fundamentó adecuadamente su petición. ¡Ah, si en España hubiera justicia independiente!
La guinda al pastel la pone la foto de la que se están riendo en todo el mundo.
Ignoro si cabe la esperanza de que existan socialistas con sentido del honor, como lo fue Joseba Pagazaurtundúa, que observen todo esto con sorpresa y asco.
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