jueves, 20 de enero de 2022

La versión de Bildu

 

El sistema español fue diseñado por unos señores que no se esmeraron mucho en proteger los intereses de los ciudadanos y como consecuencia hay una gran cantidad de partidos antisistema cuya intención es arruinar a los españoles y mientras llega la miseria hacerles la vida imposible.

Uno de esos partidos antisistema que recordemos, que como todos los demás, sirve de apoyo a Sánchez, en un trueque que, básicamente consiste en que mientras él duerme en la Moncloa y se sube al Falcon cuando se aburre, ellos van haciendo de las suyas impunemente. El último espaldarazo a Bildu para que pueda recibir dinero del erario a cambio del mal que hace se lo dieron Pascual Sala, Eugenio Gay, Elisa Pérez Vera, Pablo Pérez Tremps, Luis Ortega y Adela Asúa.

Dicho esto, vayamos al grano: Lo de Alsasua no pudo ser una pelea de bar porque los guardiciviles tienen prohibido participar el peleas y provocarlas, y quienes fueron agredidos son especialmente respetuosos con las normas y las leyes.

Porque la relación de Bildu con la honra, la verdad y el bien común es totalmente inexistente. Todos los integrantes de este partido y sus votantes son moralmente putrefactos, cobardes y torpes. Como prueba de esto último está lo que dijo uno de sus dirigentes, el etarra Otegui, que puede haber cometido más delitos de los que se le conocen, y lo dijo, recordemos, en la mismísima televisión española: «quizá hicimos más daño del que teníamos derecho a hacer». A Sánchez no le cae la cara de vergüenza de que entrevistaran a este en la televisión ni de que sea socio suyo. Ni sus votantes tampoco se avergüenzan.

Alsasua es un pueblo maldito, porque la mayoría de sus habitantes defiende la acción cobarde y criminal de los agresores. Si fueran personas cabales comprenderían lo depravado de la acción. Pero no, son depravados.

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