Estoy convencido de que si la justicia fuera independiente las cosas no podrían haber ocurrido del modo en que lo han hecho. Los ciudadanos deberían darse cuenta de que si no exigen que la justicia sea independiente y no paren hasta conseguirlo, los totalitarios conseguirán hacerse con el control de todo. Hay que salvar la democracia.
Al juez le tocó por reparto el caso de Rahola con La Vanguardia, que finalmente se solucionó mediante acuerdo. El catalanismo está crecido con este gobierno tan débil, así que la señora esta no desaprovechó la ocasión que le había brindado la suerte y recusó al juez por antisecesionista. Ella dijo antiindependentista, pero yo no voy a caer en su juego de retorcer el lenguaje. El independentismo no puede existir, lo suyo es secesionismo.
Si la justicia fuera independiente, Rahola no se habría atrevido a recusar al juez por un motivo tan peregrino, puesto que el secesionismo es ilegal, por lo que todos los jueces tienen la obligación de ser antisecesionistas.
Si siendo la justicia independiente, Rahola hubiera optado por dar satisfacción a sus impulsos y hubiera presentado la recusación, habría tenido que recibir un varapalo judicial.
Sufrimos un gobierno débil, a merced de vándalos y terroristas, y en estas condiciones nadie está a salvo. Una Rahola puede arruinarle la carrera a un juez. Además , de esto, la clase política actual hace leyes cuya finalidad parece ser más la de controlar a los ciudadanos que protegerlos. Por ejemplo: hay energúmenos en Cataluña que se dedican a desvelar la identidad de los tuiteros que no se pliegan a sus deseos. Eso debería ser delito. Cualquier ciudadano debe tener derecho a actuar en las redes de incógnito siempre que no utilice esta faceta para delinquir, difamar u ofender. Y sólo un juez debería tener derecho, mediante el procedimiento ordinario, a desvelar la identidad de alguien.
Lo correcto sería que la autoridad judicial que proceda pida disculpas a este juez. Si queda algo de señorío en España.
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