martes, 27 de diciembre de 2022

La inquina contra Rajoy

 

Los hay que cuando se refieren a Rajoy se ensañan con él. Es cierto que fue cobarde, acomodaticio y un pelín tonto. En lugar de cargar la crisis sobre las espaldas de los indefensos, debería haber reducido la Administración y haber cerrado todas las televisiones. Pero todo eso, dando el callo, explicando a los ciudadanos el por qué de cada medida. En lugar de subir los impuestos, de congelar los sueldos, esto y esto. Y decirles a los sediciosos que no le temblaría el pulso. Sí, Rajoy merece la crítica.

El problema es que quienes se ceban con él suelen tener a Aznar como un presidente extraordinario y la realidad es que hizo más daño todavía que Rajoy. El PP en esos primeros tiempos suyos estaba limpio de corrupción, por lo que pudo llevar en su programa la promesa de devolver la independencia a los jueces. Esa fue la peor de sus barrabasadas, porque si hubiera cumplido esta promesa nos habríamos ahorrado una serie concatenada de catástrofes. Empezando por los atentados del 11-M, cuyo tratamiento mediático habría sido de otro modo, ya que se hubiera respetado más a los tribunales de justicia. Y en el caso de que aun así Zapatero hubiera salido ganador, tampoco podría haber hecho ninguna de sus aberraciones, ni Bildu sería legal, ni habría habido ese pacto con ETA.

Pero es que aparte de eso, Aznar descabezó al PP de Cataluña, que desde entonces no ha dado pie con bola. Al cobarde Rajoy le explotó en las manos la bomba que cargaron bien cargada Aznar y Zapatero.

A los valencianos también nos endilgó la nefasta Academia Valenciana de la Lengua, que nos sale por un ojo de la cara y parte del otro, que luego un tonto incrustó en un nuevo Estatuto que nadie pedía, y que les viene muy bien a los catalanistas que hoy manejan el cotarro, para su intento de hundir la economía valenciana, mediante los malditos requisitos lingüísticos y el derroche.

Esos libros míos



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