Hay que partir de la base de que todos los partidos tienen especialistas en la materia que examinan minuciosamente todas las informaciones que consiguen o que se publican sobre esta cuestión.
De modo que cuando el PP encargó la encuesta a GAD3 ya debía de saber con bastante precisión lo que iba a salir y si lo hizo fue porque si hubiera dado a conocer las suyas el público no se lo habría creído. Dando a conocer la de una consultora independiente que, además, acierta con mucha frecuencia, no hay más remedio que darla por buena.
El caso es que enseguida aparecieron los tontos, o quizá fueran troles, que enseguida dijeron: es una encuesta encargada por el PP y luego hablan del CIS.
Pero la diferencia es muy grande, porque las consultoras independientes se juegan su prestigio, que es el que les permite conseguir clientes. La encuesta ha aparecido con su logo, y no se ha engañado a nadie, puesto que dice que el encargo lo ha hecho el PP.
En cambio, las del CIS las pagamos todos los ciudadanos y están al servicio de Sánchez. Nunca había sido tan descarado el uso partidista de este organismo público. Naturalmente que los analistas del PSOE, tras estudiar toda la información de los sondeos del CIS llegan a conclusiones muy parecidas a las de GAD3, pero eso no lo dicen a los ciudadanos, sino que se nota en los nervios de los socialistas y sus cómplices. Algunos de ellos saben que las protestas de Irán les están haciendo perder muchos votos, de ahí que la agresividad de sus mariachis en las redes esté muy subida de tono. Se le nota a Sánchez en las medidas electoralistas, en la rebaja del IVA, que antes denegó, en los cheques que dice que va a dar.
Precisamente, el objetivo del PP no pudo ser otro que el de desactivar a Tezanos.
Esos libros míos
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