jueves, 11 de marzo de 2021

La memoria de Arrimadas

 

El artículo de Sosa Wagner en el que denunciaba el autoritarismo de Rosa Díez fue la señal de salida. Enseguida se hizo eco un columnista dotado de una buena cabellera, y a continuación otro con menos adorno capilar. Callaron todos que teniendo base lo del autoritarismo todos los líderes de los demás partidos lo eran mucho más. Especialmente, el Riverita. Puesto que lo que no aparece en la prensa es como si no existiera, los demás parecían ser pedazos de pan al lado de ella.

Lo que ocurría es que las querellas de UPyD ponían en peligro a muchos y había que parar eso. Periodistas que habían alabado a Rosa Díez, ahora la atacaban. Si se piensa que los medios dependen de las subvenciones y la publicidad, se entiende esto.

En otro de sus artículos, el de la pelambrera dijo que había sido informado de que muchos diputados de UPyD iban a abandonar el barco, Aquí está la explicación:

«Carlos Mtz Gorriarán

@cmgorriaran

13h

A Cs le va a pasar, pero a mucha mayor escala y mayor impacto, lo que ellos hicieron a UPyD en Asturias, Murcia, Com Valenciana y otras CCAA en 2014: van a comprar de baratillo a sus cargos más venales y corruptibles, los que compraron. Y a precio de saldo. Justicia poética».

A mediados de 2015, Rafael Navarro publicó un artículo titulado ‘Los políticos con padrino’ en el que daba cuenta de la traición que preparaba Toni Cantó, al que algunos compañeros suyos del partido ya llamaban ‘Cantuvo’.

Seguro que ella recuerda todo eso y ha entrado en pánico al ver que puede ser víctima de una operación similar.

Lo curioso es que todo haya empezado en el que debería ser el predio de Teodoro García Egea y que éste, queriendo ayudar a Casado y por no saber calcular la consecuencias que podían tener sus pasos al intentar la OPA sobre Ciudadanos, lo que ha hecho ha sido servirle, en bandeja de plata, su cabeza a Ayuso.

1 comentario:

Juan Gnav dijo...

Vicente, estoy en momentos bajos, pero incluso en ellos la pareidolia en política me repugna hasta arrancarme la nausea. Sabes de mi inclinación por UPyD cuando Rosa Díez a la que le vale el apellido incluso sin acento. La izquierda por la derecha acaba por tanto dar cada una por sus tufos. Te voy a pedir perdón por lo que voy a pronunciar: Estoy hasta los huevos. Siento llegar así hasta la vulgaridad por la que me siento arrastrado.