Ha dicho ‘la señora de’ -esa que con todo el desparpajo del que es capaz, que no es poco, afirmaba que Ana Botella estaba en política por ser señora de. También podría haber dicho lo mismo de Carmen Romero. Pero tanto Botella como Romero tenían muchos años cotizados en la Seguridad Social- que Madrid no es una comunidad segura para las mujeres.
Lo que no es seguro para las mujeres, ni para nadie es que haya un ministerio como el suyo que derrocha los millones de forma inmisericorde, mientras niños, mujeres y hombres pasan hambre, y eso en la Comunidad de Madrid, que es la única de entre todas las de España, que crea empleo.
Ayuso tiene iniciativa, habilitó primero el Ifema y luego ha hecho el Zendal, que un monigote propone cerrar, dicho sea de paso. Además de eso, tiene en cuenta las necesidades de los ciudadanos, puesto que intenta que no tengan que cerrar sus negocios, como ocurre en tantos casos por la ineptitud del gobierno en el que está esta ‘señora de’ y la mayoría de los gobiernos regionales.
Es muy peligroso para las mujeres que una ministra como ella, que parece tener serrín en lugar de cerebro, se arrogue la representación de todas y quiera defenderlas. ¿Pero cómo se atreve esta ignorante a arrogarse la representación de una mujer como Ayuso, que ha conseguido devolver la ilusión a los españoles?
No es seguro para las mujeres, ni para nadie, que una ministra desconozca la presunción de inocencia y las obligaciones legales de su cargo, como ocurrió con el caso Rociito, en el que metió la pata y no debería salirle gratis.
Es peligroso para las mujeres que haya un ministerio de Igualdad, que en la práctica les recorta derechos, pues esta ministra no soporta que se le lleve la contraria. Y porque acaba por ridiculizarlas a todas.
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