La gente sensata avisa de que el actual sistema de pensiones es insostenible. También de que la subida del SMI destruirá mucho empleo.
Ella: «Frente al cúmulo de agoreros y agoreras que dijeron que iba a venir el apocalipsis o las diez plagas de Egipto por la subida del SMI, se demostró científicamente que no es así. Es una apuesta firme para salir de la crisis en mejores condiciones».
Sabemos de buena tinta que los comunistas tienen la cara muy dura, que esta concretamente se inventó tres másteres, lo cual es motivo más que suficiente para su destitución, y que por donde pasan los comunistas crece la miseria de manera exponencial.
A las personas cabales las llama agoreros y agoreras.
El gasto público se puede reducir en gran manera, eliminando más de la ministerios, poniendo gente competente en los que queden, eliminando todos los chiringuitos innecesarios, que deben de ser más del noventa por ciento, y cerrando todas las televisiones regionales y estableciendo una única lengua, la que sea, para las comunicaciones oficiales, para ahorrar en traductores.
Quedaría el asunto de la energía, que al haber sido politizado por el PSOE, deja a las empresas españolas en inferioridad de condiciones frente a sus competidoras extranjeras. Habría que volver a la energía nuclear y reconducir en la medida de lo posible la apuesta por las renovables para llevarla a unos términos razonables.
Todo esto sería beneficioso para los trabajadores, porque todo el dinero que el Estado dejase de malgastar estaría circulando y promoviendo la creación de empleo. El Estado sólo debe gastar lo imprescindible para su mantenimiento. No es el Estado el que crea empleo, sino los particulares. Su labor se limita a sentar las bases para que todo se produzca de forma civilizada.
Pero la apuesta de los comunistas es conseguir que el Estado fracase y se hunda. Se está viendo en todos ellos.
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