Como si una mano invisible estuviera organizando los acontecimientos. Veamos. El gobierno ha gestionado muy mal la pandemia, demostrando que las vidas y las haciendas de los españoles le importan poco. Centra todos sus esfuerzos en la propaganda, mediante la que pretende hacer creer que todo lo ha hecho bien y que las vidas y las haciendas de los españoles le importan.
Frente a eso se ha alzado Ayuso, que puede haber cometido errores, o acaso no, pero ha demostrado capacidad de liderazgo, porque ha defendido las haciendas y las vidas de los madrileños, arriesgando mucho en el intento. Y con ello ha salvado a España. Porque si Madrid hubiera caído, no ya como Cataluña, que eso se da por descontado, sino como la Comunidad Valenciana, toda España se habría hundido. Ayuso ha salvado a España.
Se percibe que es la líder en la que confían los españoles en la inquina que le tiene la izquierda más cerril, y dentro de la izquierda, muchos de esos que Ortega y Gasset catalogaba como bárbaros ilustrados. La izquierda ve que su niño guapo, el Felón, va a caer por inútil, es un toro que al final no habrá más remedio que devolver al corral, por mucho que intenten mantenerlo artificialmente en el ruedo, y es ella, Isabel Díaz Ayuso, que ya le cortó la coleta a uno, quien va a dar motivo para que ocurra.
Pero no sólo en la izquierda están nerviosos con ella. Casado también le ha mandado el aviso de que Génova siempre gana. Sin que viniera a cuento. Ella aspira a presidir el PP de Madrid, lo que ha sido aprovechado por el líder de su partido para oponerle a Almeida, al que le ha faltado tiempo para demostrar que lo suyo es la obediencia.
En Génova se tendrán que dar cuenta de que los votantes están tan hartos de Sánchez que no desean un Sánchez bis, y la prefieren a ella. Génova siempre gana.
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