Ha dicho Arrimadas que no es justo que partidos que tienen muchos menos votos que el suyo cuenten con más diputados, por lo que se debería cambiar la ley electoral, y ha salido uno de Bildu (aprovecho para saludar a Pascual Sala, Eugenio Gay, Elisa Pérez Vera, Pablo Pérez Tremps, Luis Ortega y Adela Asúa) a decir que lo que no quiere ella es que desaparezca Ciudadanos.
Los medios de la extrema izquierda se apresurado a reírle la gracia al sujeto, obviando que no ha ido a la cuestión planteada, porque evidentemente, al margen de los motivos por los que lo haya dicho Arrimadas, es injusto. Es evidente que ni a la extrema izquierda, ni a los medios de la extrema izquierda les importa la razón. Y si no les importa, ¿qué hacen participando en un sistema democrático, que se fundamenta precisamente en la razón?
Aquí volvemos a quienes pergeñaron el sistema en el que nos desenvolvemos. No tenían mucho aprecio por los españoles, sino que se embebieron en su propia gloria histórica. No debieron haber permitido el paso a partidos que no estuvieran totalmente comprometidos con la Constitución. Sin embargo, abrieron la puerta a partidos que la aceptan por imperativo legal, llevan terroristas en sus filas y, además, la ley electoral les da ventaja sobre los demás. La aprovechan para perjudicar a los españoles y encima se burlan de quienes protestan por la injusticia.
¿Hay voluntad de reparar este evidente error? Por parte de la actual Ejecutiva socialista no, porque no le conviene. Sin esta injusticia no habría conseguido el gobierno. ¿Por parte de las anteriores Ejecutivas socialistas? Pues tampoco, la verdad sea dicha. La primera es la que cometió el error, y repararlo sería reconocerlo. A partir de ahí, la cuesta abajo. Mas que cuesta, pendiente. ¿Y por parte del PP? El mero hecho de plantear esta pregunta da risa. Ahora está pasteleando la renovación del CGPJ. E intentando aniquilar políticamente a Ayuso.
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