Los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo. .Con estas mismas palabras consta en la Constitución. Es lógico que sea así, porque si en lugar de regirse por su criterio se limitan a obedecer las órdenes del partido, no están al servicio que quienes les pagan el sueldo, que son los contribuyentes, sino del líder de su partido
Además, al imponerles a los diputados la disciplina del partido se les quita la principal cualidad en un político, como es la generosidad y se les incita a ser egoístas, porque su interés ya no está en los intereses de los ciudadanos, sino en los suyos propios, puesto que si no son obedientes perderán el cargo. La democracia en este caso ya no es más que una palabra vacía.
Recordemos que para García-Trevijano, gran teórico del constitucionalismo, todas las leyes de la democracia española son nulas de pleno derecho por haber sido aprobadas mediante el voto imperativo.
Así pues, hay que aplaudir y agradecer el gesto de Carlos García Adanero y Sergio Sayas, por haber votado en conciencia, algo que Adriana Lastra, lastrada por su obsecuencia, no logrará entender jamás, motivo por el cual los ha insultado. Un demócrata no puede sino aplaudirles, pero ya se sabe que entre la mayoría de los socialistas y la democracia hay un vacío enorme.
Por los mismos motivos hay que aplaudir a CAT, a la que Casado le ha impuesto una multa, porque no entiendo sus motivos y en cambio los de los otros dos, que son los mismos, sí.
Los dos navarros, además, han sido fieles, con este voto último y con todos los anteriores, a los motivos por los que fue fundado su partido. Así que el hecho de que se les expediente, por mucha apariencia que haya de haber guardado las formas, es una traición al partido.
Un caballero jamás habría sometido este asunto a la votación de las bases. Su propio sentido del honor le habría hecho ver que ellos tienen razón.
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