Si el presidente del gobierno fuera un socialista más o menos hábil pero serio y honrado no sería ningún problema que mantuviera su cargo, pero su caso, como hace notar la presidenta de Madrid es el siguiente: «Aquel que gobierna con golpistas, con proetarras y con demás enemigos de España, dice que va a ayudar al PP. Sánchez pierde elección tras elección. Su arrogancia no sirve para ayudar al PP. Ni a nadie.».
Hay que frenar la catástrofe antes de que sea irreparable y la única persona que puede intentarlo con garantías de éxito es Isabel Díaz Ayuso. Sánchez lo sabe y por eso ha intentado cargársela, mediante el juego sucio, como es su estilo, pero le ha salido el tiro por la culata y quien ha caído es Casado, que venía a ser como un seguro de vida para él.
No obstante, el juego sucio contra Ayuso continúa, y mientras tenga el poder utilizará contra ella todas las armas que tenga a su alcance, Sean delictivas o no.
Los señores del PP deberían comprender que no sólo se juegan sus cargos y lo que para muchos de ellos es su único modo de vida, sino que el bienestar de los españoles está en su mano. No deberían optar por componendas o soluciones de compromiso, sino hacerle ver a Ayuso que dado que los españoles han depositado su ilusión y sus esperanzas en ella tiene la obligación moral de aceptar la responsabilidad de intentar frenar la catástrofe que se nos viene encima.
No está garantizado que vaya a ganar las elecciones, pero ella ya ha demostrado que es capaz de preparar un discurso ilusionante que encandile al resto de los españoles, como ya tiene en ese trance a los madrileños.
Ella puede ser la primera mujer que alcance la presidencia del gobierno de España y es seguro que si fuera así se le abrirían a España las puertas del mundo que ahora tiene cerradas.
Brindemos por Ayuso.
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