Ha insistido varias veces en que trabaja mucho. A ver si se cree que le pagamos el sueldo, el alquiler de la enorme y lujosa mansión y los viajecitos en Falcon para que se rasque la figa. Yo los veo limpiando escaleras a toda velocidad, yendo de un sitio a otro sin descanso, en larguísimas jornadas, para poder juntar algo de dinero, parte del cual se lo lleva luego Hacienda y una vez en poder del Estado se malgasta como sabemos.
Cela y Fraga, por citar dos gallegos, jamás necesitaron decir que trabajan, porque nunca dudó nadie de que lo hicieran.
Si resulta increíble que un comunista trabaje, la verdad es que es mejor que no lo haga, porque su empeño consiste en destruir empleo. También presume de haber aumentado el SMI, pero lo que ocurre con ello es que el empresario que no lo pueda pagar no contrata.
Les contaré algo a los seguidores de la ministra, por si hay aluno que se acerque por aquí: En los tiempos en que transcurrió mi infancia cuando un cliente entraba en un comercio tenía un dependiente a su disposición todo el tiempo que hiciera falta y eso no le obligaba a comprar. Hoy en día ha de coger número para que lo atiendan. Este proceso se ha dado por la evolución del mercado y no hay modo de revertir la situación. Cuando los políticos han pretendido influir en esto, el resultado ha sido el que se ve en Rusia, Cuba, Venezuela…
El modo de conseguir que los trabajadores cobren más consiste en que el Estado gaste menos, sólo lo imprescindible para llevar a cabo su función.
Maltratar a los trabajadores cargando sobre sus espaldas no sólo lo necesario para el mantenimiento del Estado, sino también los caprichos de los ministros y las ministras, y los sueldos de decenas de miles de enchufados prescindibles, y la propaganda para que los tontos sigan votando a quienes abusan de ellos, no puede traer nada bueno.
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