No era necesario tampoco calentarse mucho la cabeza y en su caso menos,dado que es ruso, se ha criado en aquel ambiente y conoce a los personajes. Pero el asunto es fácil. Putin es comunista. El comunismo es ineficiente y expansivo. Si el comunismo fuera eficiente se expandiría con facilidad, sin necesidad de recurrir a la violencia. Había muchas posibilidades de que ocurriera la invasión. Eso de tener fronteras con un país libre y más próspero, tampoco lo podría resistir China. Cuestión distinta es que el país asiático también sufra pérdidas económicas, como todos, a causa de la invasión.
Pero nadie le hizo caso a Kaspárov, como ocurrió en España con Cavadas, cuando sirviéndose de la capacidad de observación y la lógica avisó de que el virus chino debía de ser grave y casi lo matan.
Merkel, que es quien ha venido dirigiendo los destinos de Europa, con acierto en algunos asuntos gracias a su firmeza, no es particularmente avispada. En otras cuestiones, como su actitud en contra de la energía nuclear y su dependencia del gas ruso metió la pata hasta el corvejón. Ha coincidido en la época en que ningún otro líder europeo ha sido mejor que ella. Los sucesivos presidentes españoles le rendían pleitesía y la obsequiosidad con que la trató Sánchez resultó bochornosa.
En España se da la anomalía de que el comunismo, condenado por la UE, no sólo es legal, sino que además forma parte del gobierno. Y estos comunistas vienen mostrándose siempre en contra de la OTAN, y hasta tienen la desfachatez de echarle la culpa de lo que ha hecho Putin, lo cual es una señal clara, tampoco tenida en cuenta, de que hay que reforzarla. La OTAN es una organización que no ataca, sino que defiende a los países que pertenecen a ella que son atacados y hay gobernantes que consideran enemigos a los demócratas y que están dispuestos a atacar.
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