Es recomendable sacar provecho de todo lo que se pueda. Sánchez está resultando de gran utilidad porque está poniendo al descubierto todos los fallos y debilidades del sistema. No ha desaprovechado ninguno -y hablo a toro pasado, porque creo que le queda poco- de los flancos débiles en propio -suyo, de su persona-, ni ha pestañeado si ha necesitado socavar lo más sagrado -empleo este término en modo amplio y no circunscrito a lo religioso- de la nación, si ha necesitado hacerlo, aunque cabe pensar que en bastantes ocasiones lo ha hecho por capricho, por sentirse poderoso, por demostrar quién manda aquí.
No ha dejado nada en pie, de modo que cuando se vaya -y lo tendrá que hacer, para que los españoles tengan alguna posibilidad de encontrar comida- quien le suceda no tendrá más remedio que reconstruirlo todo, y tendrá que reconstruir el sistema, procurando hacerlo más consistente, por si en alguna otra ocasión vuelve a encaramarse en él otro pájaro de cuenta no pueda llevar a cabo tantas tropelías.
No podrá pasar de puntillas por encima, como hizo en su momento el temeroso Rajoy, ni podrá dar por bueno todo, como fue el caso de los anteriores, porque si alguno de ellos llegó a darse cuenta de que tiene muchas grietas no se quiso complicar la vida e hizo como que no se enteraba. Pues ahora ya no hay más remedio que haberlo visto.
Sufrimos en el gobierno a gente tan miserable y gandula como los podemitas, que hacen todo el daño que pueden, de todas las maneras que pueden a los españoles. Y hemos visto también la utilización de todos los resortes del Estado, no en beneficio de los ciudadanos, sino de este personaje que preside el gobierno, que si tiene algo de excepcional es la dureza de su rostro.
Habrá que conseguir una separación de poderes efectiva e irreversible, y que los partidos antisistema no puedan participar en el sistema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario