Puesto que el comunismo está tan justamente desprestigiado, habida cuenta de que ese la ideología que más muertes ha causado, y sigue causando, porque desgraciadamente está vivo aún, de hecho forma parte del gobierno de España, a pesar del historial espeluznante que tiene en nuestro país, se camufla bajo los nombres de indigenismo, boliviarismo, Podemos, etcétera.
El caso es que circula en Twitter este vídeo https://youtu.be/6AVoN_PKEhU de Guadalupe Jiménez Codinach, en el que cuenta la realidad del asunto, no los inventos de los que se sirven las gentes sin escrúpulos para excitar las bajas pasiones de las masas y sacar partido de ello.
La verdad molesta a los comunistas. Quieren que sus inventos malintencionados sean creídos por cuanta más gente mejor. Han salido a protestar en la red social. Pero su actitud no tiene nada que ver con la del Cardenal Richelieu cuando dijo aquello de: «Dadme dos líneas escritas a puño y letra por el hombre más honrado, y encontraré en ellas motivo para hacerlo encarcelar», porque en esta frase hay cálculo e interés, o sea, un motivo, aunque maligno.
Pero lo de los indigenistas, esa vía tonta hacia el comunismo, porque en donde logra implantarse empeora la vida de todos, a los más porque los arruina y a los menos porque los convierte en piltrafas morales, como los que sufrimos en España, es la simple exhibición del odio, el deseo de hacer mal. Lo suyo es verborrea pestilente. No hay razones que valgan con estas personas.
Sentir odio hacia alguien por el simple motivo de que ha nacido en un país o en otro no tiene excusa ni explicación. Los indigenistas, instrumentalizados y espoleados por los comunistas, y convertidos finalmente en comunistas, quieren vengarse, y no saben que en realidad se vengan de sí mismos, de su fracaso como seres humanos. La prueba es que los principales perjudicados de sus acciones son ellos mismos.
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