Ella tiene derecho a mentir, pero los que van a misa no. Una bien gorda: «No frivolicemos con la libertad: el comunismo es la democracia y la igualdad». El comunismo, la ideología que más bestias ha producido, la que más muertes ha causado y sigue causando, la que esclaviza a quienes caen en sus garras.
A la pregunta de si ha ido a Moscú, responde que no y que ella mira hacia delante, no hacia atrás. Es comunista, pero no se responsabiliza de los crímenes comunistas. Hay que recurrir a Churruca (Javier Pérez-Cepeda), pues, para explicar esto: «En cada generación hay un selecto grupo de idiotas convencidos de que el fracaso del colectivismo se debió a que no lo dirigieron ellos».
Como buena comunista, su concepto de la democracia es este:
https://twitter.com/i/status/1511663421833494529
No está a la altura de su cargo, no tiene ni idea de lo que es la democracia.
Más mentiras: acusa a una diputada Vox de querer la explotación laboral, mientras que su partido defiende a los trabajadores. Y lo que ocurre es que varios dirigentes de su partido tienen problemas por explotación laboral y por contratar en negro, sus políticas promueven el paro, y derrochan a manos llenas el los el dinero de los impuestos que pagan los trabajadores con gran esfuerzo.
Cuando se refiere a los sindicatos, imprescindibles ciertamente, omite que al cebarlos con dádivas arbitrarias los desactiva. Esta ministra fabricante de paro desprotege a los trabajadores al poner a los sindicatos a su servicio, al de ella.
Sus discursos son deprimentes, porque no hay modo de que diga una verdad y forma parte del gobiernos. Si fuera una comunista de base daría risa.
Los demás miembros son igual de incompetentes y faltos de misericordia, puesto que están llevando a la nación a la ruina y ellos siguen impertérritos derrochando sin parar y aumentando el paro.
Pero que no se rían tanto, porque precisamente el aumento del paro hará que este gobierno caiga antes de lo que piensa.
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