Como si dijeras Harry el Sucio, pero no es el Sucio no, es el Socio, y bien que ha explicado el mismo que su apoyo es sustancial y los hechos lo demuestran.
A nadie, de entre el gremio de las personas dignas de este nombre, le puede sorprender que atribuyan a Otegui un delito, dos delitos, tres delitos, o veintitrés o más delitos. Un tipo que piensa tiene derecho a hacer daño «quizá hicimos más daño del que teníamos derecho a hacer» es alguien que tiene dos atributos: el de la torpeza, quizá oligofrenia, y el de la perversidad. Quienes se abrazan con él, se hacen fotos en su compañía, lo votan…
Zapatero dio una pista que debería considerarse como una prueba. Dijo: Otegui es un hombre de paz. Este nefasto personaje, reconvertido en mayordomo de Maduro, también presume de haber acabado con ETA, pero cada vez que dice eso se le nota que interiormente se está burlando de todos.
Otro de los terroristas: Yo no he asesinado a nadie, he ejecutado. Si eso no es oligofrenia…
Que la idea de que un tipo como Otegui pueda ser lendakari no sea descabellada es prueba del envilecimiento social. Que el personal aplauda a los cobardes y traidores y vuelva la espalda a los valientes, algunos de los cuales entran en la categoría de héroes, es señal inequívoca de la decadencia moral, que solo puede acabar en el derrumbe económico. Merecido.
Hay casi cuatrocientos atentados por resolver, en algunos de los cuales puede que esté implicado Otegui, y hay muchas vidas rotas, víctimas de los terroristas, mucho dolor, y mucho daño hecho a toda España. El terrorismo ha condicionado la vida política de España durante todo el periodo democrático y esto no lo puede borrar ningún idiota, por muy presidente del gobierno que sea, y por muy obediente que sea el ganado lanar que lo sostiene. El dolor no se olvida nunca.
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