Consciente de la importancia del asunto, va con todo al País Vasco, a animar a los votantes decentes, para que no se queden en casa y para avisar a los que no se han dado cuenta de que votar al PSOE es como votar a Otegui.
Lo que no les dirá, porque es buena chica, es que Sánchez es igual de malvado que el etarra citado, puesto que es el responsable de decenas de miles de muertos por el virus chino, y le da igual. Es que si hubiera intentado evitar esas muertes tomando medidas en enero de 2020 habría perdido la poltrona.
Lo que sí que les dirá a los vascos en su empeño de lograr que el PP logre algún escaño más de los que se le pronostican es que con Bildu se avanza a pasos agigantados hacia la ruina, no solo moral, que esa ya patente y visible, sino también económica y esa se les va escapando a muchos.
La única posibilidad que tienen los vascos de burlar a la miseria que les acecha es votar al PP, para que sea relevante y pueda influir en las decisiones de otros. El PNV es un partido abonado a la traición, tan abonado que hasta ha vuelto la espalda a su esencia, con el fin de exprimir la debilidad de Sánchez, claro. Por eso mismo está a punto de ser sobrepasado por el partido del etarra Otegui.
En cuando al PSOE vasco todo se resume en que ha expulsado del partido a los decentes y se ha quedado con la escoria, gente con el alma podrida y la cara más dura que un adoquín. A estos socialistas de pacotilla no les importa la ruina del País Vasco, lo que quieren es seguir teniendo el gobierno de España.
En otros tiempos el PP tuvo más prestancia en la región y la perdió de forma estúpida, pero a pesar de que no sea igual que entonces, es la única opción válida en estos momentos.
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