El PSOE nunca ha sido un partido democrático, puesto que jamás ha creído en la independencia judicial, sindical y de los medios de comunicación. No obstante, en este partido ha habido gente con señorío afiliada, que ha vivido con el engaño de que estaba en un partido democrático. Creyeron que sus dirigentes tenían buena fe. No debe de quedar ninguno ya, porque si lo hubiera habría saltado ante la penúltima de Sánchez.
Hay que ver el grado de grosería del tipo que se ha encaramado hasta la presidencia del gobierno, https://youtu.be/cCqGrr_KIm8
El caso es que los socialistas que siguen en el partido no protestan. La risa de este pedazo de animal pone de manifiesto por enésima vez su condición de vil. Que haya tenido que ser el presidente de Colombia, un terrorista, quien guarde las formas y ponga orden es significativo. Que hable de paz en Colombia en estos momentos es como si en España hubiera ganado las elecciones la ETA y dijera lo mismo.
A la gente de baja condición y peores maneras puede que le hagan gracia los movimientos y actitudes de este elemento, si se fijan en el Rey incluso ellos han de darse cuenta de la diferencia de calidad personal es enorme. Mientras que Felipe VI inspira confianza, porque sabe cuál es su papel, está siempre en su sitio, conoce todos los detalles del protocolo y los sigue, del patán no se fía nadie, ni siquiera quienes cumplen sus órdenes de aplaudirle.
Pero que lleven cuidado esos socialistas que por no perder las prebendas y ventajas de que disfrutan no dicen nada por no cabrearlo, porque se ha convocado una gran manifestación en Madrid para el 10 de septiembre para echar a Sánchez. Y esto es sólo el principio de lo que viene, porque el porcentaje de antiguos votantes socialistas que se decantan por el PP no deja de crecer. Esos son los que abren los ojos.
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