No voy a negar que Feijóo diga algún que otro embuste, pero que le lancen esta acusación precisamente desde el gobierno que les ha quitado el título de felón a Fernando VII y a Zapatero que se lo disputaba tiene guasa.
Dado que el asunto por el que lo acusan de tal está relacionado con la justicia, revela una torpeza equiparable a la de los podemitas, a los que se les adivina la mala intención desde lejos.
Al PSOE nunca le ha interesado que la justicia sea independiente. No digo que todos los socialistas hayan sido así, que no es el caso, pero sus dirigentes nunca han demostrado respeto por la democracia. Lo que ocurre es que Felipe González es más hábil. Sabía disimular sus intenciones y hacer creer lo contrario. No engañaba a todos, claro que no, pero a muchos sí.
Lo de esta gobierno es mucho más bruto. Ni siquiera los socialistas más convencidos se pueden creer nada de lo que dice. Eso de que Feijóo está fuera de la Constitución y desobedece es pueril. Y más viniendo de esta gente.
Queda claro que Sánchez está muy nervioso, porque sabe que su tiempo se acaba y sería capaz de hacer cualquier cosa para prolongarlo. Pero ni siquiera está seguro de poder llegar hasta el final, como lo prueba el hecho de que está cargándose la democracia con el fin de tenerlo todo controlado. Se aproxima a toda velocidad una catástrofe económica de magnitud igual a la de los incendios que estamos sufriendo, que no ha sabido prever -él diría preveyer- ni combatir. Pues combatirá la crisis económica con la propaganda, la policía y, si hace falta, el ejército.
Pero lo que de verdad lo angustia es no tener a los jueces controlados por sí, como se teme, no logra instaurar la dictadura y ha de dejar el gobierno. Por si empiezan a lloverle querellas.
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