Establecer marcos mentales y servirse de ellos es propio de sinvergüenzas. Todo el mundo sabe que Sánchez lo es, pero conviene recordarlo ante la mención a Blas Piñar con motivos claramente espurios. Pero puesto que el botarate que todavía preside el gobierno no sabe quién fue, vamos a explicarlo.
Blas Piñar tenía mucho más talento y más conocimientos en cualquier campo del saber que Sánchez. Era, además, muy educado y escuchaba con atención y respeto a sus interlocutores.
Él mismo dijo de sí que no era fiel a Franco, sino al franquismo. Lo cual, lógicamente, resultaba incómodo para Franco, hasta el punto de que intentó encarcelarlo, como el propio Piñar contó.
No fue uno de esos a los que retrató Fernando Vizcaíno Casas en su ‘De camisa vieja a chaqueta nueva’. Vizcaíno Casas fue pareja de dominó de Buero Vallejo, en Cercedilla, durante el franquismo. Seguramente, Sánchez tampoco sabe quienes fueron Vizcaíno Casas y Buero Vallejo, al que traigo aquí simplemente para señalar la calidad humana de su compañero de dominó.
Blas Piñar López y Fernando Vizcaíno Casas fueron dos personas con código, que se puede considerar más o menos acertado, pero se regían por él, no cambiaban sus principios por otros según conviniera.
Pedro Sánchez citó despectivamente a Blas Piñar, lo cual da risa, porque quien no tiene principios tampoco tiene autoridad moral para descalificar a nadie.
Y luego hay otra razón, que hace más ridículo al felón que todavía preside el gobierno, gracias al apoyo de podemitas, golpistas, delincuentes, terroristas…
Blas Piñar era el notario que más facturaba de Madrid, con lo cual casi puede decirse que de toda España. Sus ideas políticas siempre tuvieron escaso éxito, pero la gente se fiaba de él. Era el notario al que recurrían los ciudadanos para las cosas que de verdad les importaban.
Compárese este dato con el del propio Sánchez, de quien no se fía nadie. Sus socios le cobran por adelantado.
Esos libros míos
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