El diputado Cambronero ha hecho una pregunta pertinente: ¿cuántos medicamentos se podrían comprar con el dinero que se derrocha en Falcon?
Y es que la prioridad debería ser siempre para la sanidad y la educación, como dicen en la propaganda, pero luego no cumplen, porque se gastan el dinero de los impuestos en sus vicios.
Pero no todo es el Falcon. También se podría lanzar esta otra pregunta: ¿cuántos medicamentos se podrían comprar con el dinero que cuesta la Academia Valenciana de la Lengua? Téngase en cuenta que es una institución cara e innecesaria. Existían previamente la RACV y el IEC. Quienes la fundaron, podían haber elegido una de estas dos, pero optaron por la vía engañosa para que fuera la segunda. Nos engañan y nos cobran el timo. El catalanista González Pons presume de valenciano.
El catalanismo es una peste que pudre todo lo que toca.
Hay más preguntas: ¿cuántos medicamentos se podrían pagar con lo que cuesta la televisión valenciana? O cualquier otra televisión regional. Alberto Fabra cerró la televisión para dedicar ese dinero a Sanidad. Y Chimo Puig la volvió a abrir para que nos familiaricemos con el engendro de Pompeyo Fabra, cuya intención fue siempre más política que filológica, con lo cual su criatura nació ya condenada al fracaso. Dado que el motivo por el que se hizo fue político, no se han conformado los catalanistas con lanzar al mundo ‘su’ lengua, sino que intentan imponerla por todos los medios y borrar otras, con lo cual el fracaso está más que cantado.
Así pues, se está derrochando el dinero en la AVL, para nada, porque es imposible que consigan imponer ese bodrio, y también se está derrochando el dinero en la televisión valenciana, por el mismo motivo, y luego los catalanistas valencianos se quejan de financiación. Empiecen por gastar el dinero en cosas útiles para los ciudadanos y reclamen luego. Porque si el dinero que exigen es para gastarlo en chorradas...
Esos libros míos
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