Todos los que han votado a Sánchez son tontos. Se han dejado engañar. Los han asustado con Vox y han picado. No hay en España nadie más peligroso que Sánchez. Él es quien debería inspirar pavor.
Hasta los que lo han votado para conservar privilegios salen perdiendo. Si hacen cuentas, lo verán. A Sánchez solo le importa Sánchez y todo lo demás le resbala. Lo acaba de demostrar. Se acaba de burlar de todos, hasta de sus ignorantes e incompetentes ministros. Y encima nos chulea diciendo que el viaje se lo ha pagado él, como si eso fuera lo más importante y como si se pudiera creer algo dicho por él.
Si consigue formar gobierno y durar cuatro años, al cabo de ese tiempo España puede estar peor que Cuba. Y se nos volverá a reír y nos chuleará de nuevo.
Hablan de condonar la deuda, como si eso fuera algo que puede hacer el gobierno, siguiendo la doctrina la sin par (en la descerebración) Carmen Calvo en el sentido de que el dinero público no es de nadie.
Pero sí que es. Todo el dinero que dilapida el gobierno es dinero que roba a los ciudadanos, especialmente a los más vulnerables. Es condenar a muerte, por falta de atención, a muchos ciudadanos. Conviene recordar que en muchas casas no se puede poner la calefacción, ni la refrigeración por no poderla pagar. Y tampoco conviene olvidar que la mayor parte del dinero que se debe al FLA, ha sido malgastado, lo que es criminal. Alberto Fabra, por ejemplo, cerró la televisión valenciana para dedicar el dinero que cuesta a la sanidad. Chimo Puig la volvió a abrir y Carlos Mazón, que se ha encontrado con una deuda descomunal, no piensa cerrarla. El hecho de que Sánchez liquide el estado del bienestar, que de eso se trata, para comprar su reelección, deja bien claro que el PSOE es cómplice de traición a España.
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