Dice Juaristi que sabe en qué bando están Zapatero y Sumar, pero no de qué parte cae ahora el sanchismo. Pues es fácil, el sanchismo cae donde el sanchismo. Pedro Sánchez solo hay uno, y ahora está en Marrakech en plan macarra. Pero, ¡ojo!, macarra con los españoles, de los que se ríe a mandíbula batiente. También de los bobos que le han votado.
De Mojamé no se ríe. Para tratar con Mojamé no se ha llevado ni la toalla. No quiero pensar en lo que se puede haber llevado. Mojamé nos va a dar por saco a todos. No tiene ningún derecho sobre el Sáhara.
Azúa se refiere a los crédulos e ilustra el artículo con una foto en la que parece un tendero que quiere inspirar confianza. Y es cierto que la gente tiende a confiar en los famosos. Este tío con lo famoso que es no querrá rebajarse y quedar como una rata por tan poco. ¿Cómo que no? Hay muchos ejemplos de gente famosa que no tiene escrúpulos ni miramientos. Con eso no quiero decir que sea el caso de Azúa. No, qué va. Con esa cara de bondadoso que tiene…
Lo de Savater habrá que situarlo en el campo de lo onírico, en los sueños de la gente desesperada. Claro, como él es de izquierdas, pues cree que en la izquierda está la perfección, que en la izquierda es en donde están las buenas personas.
Claro que como no he leído el artículo de Azúa, no lo puedo asegurar, pero quizá entre los crédulos de los que habla esté Savater. Mira que esperar que un puñado de socialistas decentes rompan la disciplina de voto de Sánchez. ¿En qué mundo vive? ¿Por qué no prueba a coger en candil a ver cuántos cuenta? Los socialistas decentes se han dado de baja del partido. Los que quedan no pasan de las palabras.
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