Claro que Sánchez, con toda la cara dura que le permiten sus votantes, presume de lo que le da la gana.
Digamos que a él los logros sociales no le importan absolutamente nada. Cuando utiliza esta expresión es para burlarse, en su prepotencia, de todos. En primer lugar, de los partidos de derechas presumiendo de algo que tanto él como esos partidos saben que es mentira. Presume como diciendo, mira, a pesar de que es mentira, me votan. Y se burla de sus votantes porque con tal de que no gobierne la derecha, se dejan abusar por él. Y puesto que se lo permiten, lo hace.
A Sánchez no le importan nada más que sus vicios, porque para él ser el presidente del gobierno no es una obligación, sino un vicio y para permitírselo está dispuesto a pagar lo que sea, lo que le pidan sus socios, tan viciosos como él. Porque si fueran decentes no serían socios suyos. Todos son gentes sin ética, sin vergüenza, sin escrúpulos. Entre todos, están desnudando al PSOE y a sus votantes. Al final, ya ha quedado claro que si hubo guerra civil en España fue principalmente por culpa del PSOE.
Los logros de Sánchez consisten en que pronto no habrá dinero para pagar nada, ni siquiera los traductores que pretende poner el Congreso para satisfacer a los impresentables que lo apoyan.
No va a haber dinero para subvencionar a los inmigrantes ilegales, que le importan más a Sánchez que los pensionistas o los parados. Es decir, si no hay dinero para esos menos lo habrá para los demás. Llegará el momento en que los acreedores impondrán unas condiciones drásticas a España, que llevarán a la muerte a muchos españoles, y Sánchez lo arreglará echándole la culpa al PP.
Eso es lo que nos espera, la ruina. Y lo único que le preocupará a Sánchez es seguir siendo el presidente.
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