Diría que es imposible encontrar un catalanista que no mienta ni tergiverse.
Acusa este al PSOE de estar detrás del golpe de Estado del 23-F. Se supone que este es más ilustrado que los podemitas, que no tienen idea de nada, sino que sabe algo y lo que sabe lo tergiversa en su beneficio.
Javier Cercas escribió un libro, ‘Anatomía de un instante’, en el que da cuenta de su exhaustiva investigación sobre el caso. Cuestión distinta son las conclusiones a las que llega, pero los datos que da están ahí.
Hablo de memoria, porque no es necesario precisar mucho. Hay un momento en el relato de los hechos en el que cuenta que el general Armada entró en el Congreso de los Diputados a parlamentar con Tejero, para intentar convencerlo, y le muestra el gobierno que está dispuesto a formar con él como presidente y entre los ministros figura algún socialista, que creo que era Felipe González.
Hubo algún socialista que se reunió con Armada en los tiempos, pero también lo hicieron otros muchos. Leopoldo Calvo Sotelo, dijo tiempo después que tenía que echar la raya por alguna parte, porque de lo contrario habría tenido que encarcelar a dos mil.
Que un presidente del gobierno no tendría que echar ninguna raya, sino que este es un asunto judicial y los jueces deberían totalmente independientes es aparte.
Aquí de lo que se trata es de que el PSOE en este caso actuó de forma desleal con Adolfo Suárez. No supo calibrar la trascendencia del acto, ni las posibles consecuencias futuras, ni las vidas que se iban a poner en peligro, pero de ningún modo cabe achacarle la organización ni mucho menos las motivaciones que le atribuye arteramente Trías.
Es más, sin el apoyo decidido del PSOE los nacionalistas no habrían conseguido jamás las ventajas que se les otorgaron en la Constitución y que han utilizado para perjudicar a España todo lo que han podido. Como son parte de España, también han sido perjudicados por su insana actividad.
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