Las redes sociales han traído muchas cosas buenas, qué duda cabe, pero también una plaga, como la populista, que amenaza gravemente a la democracia. Y también ha traído la posibilidad de timar a mucha gente a la vez, mediante la repetición constante de latiguillos y lemas con los que no se pretende convencer a nadie, sino introducir ideas en las cabezas de la gente, como si fueran cosas comprobadas.
Una de estas ideas, el cambio climático, ya es un dogma para las gentes de la izquierda. El propio Sánchez, el Doctor, se burla de quienes dice que niegan el cambio climático. Sánchez es un prodigio. Sócrates se dio cuenta de que era el más sabio porque era el único que sabía que no sabía nada. Es decir, lo que sabía no era nada en comparación con lo que le faltaba por saber. Sánchez es otra cosa. Sánchez es mucho más. Sánchez no sabe nada, y cree que lo sabe todo. Bueno, sí que sabe algo, sabe envilecer todo lo que toca.
Supongamos que es cierto lo del cambio climático -aunque el hecho de que Sánchez lo afirme ya es una señal de que no-, a pesar de que 1609 científicos, por ahora, lo niegan. Pues es seguro que España es uno de los países del mundo que menos contribuye a ello. Hagamos una pregunta ahora: ¿Qué puede hacer España para frenar el cambio climático? Pues la respuesta es muy fácil: nada.
Entonces, si España no contribuye al cambio climático y tampoco puede hacer nada para frenarlo, ¿por qué nos machacan? Hay muchos intereses creados, muchos negocios basados en que la gente sea tonta y pague por algo que no le va a solucionar nada.
¿Y si además de machacarnos con la publicidad del cambio climático nos están machacando también a impuestos? ¿A quien le interesa que el mundo se llene de coches eléctricos.
Me da la sensación de que todo es un invento para timar al personal.
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