Sánchez, el Felón, es intelectualmente vulgar y de ánimo vulnerable. Lo acaba de demostrar con el nuevo libro que le han escrito, porque está dolorido con las cosas que se dicen de él.
Sin embargo, por su parte, suelta infamias, mentiras y acusaciones que no es que no tengan fundamento, sino que son vilezas. Quien ha escrito el libro podría haberle explicado que todo eso redunda en contra suya, pero se conoce que se ha limitado a escribir lo que le han pedido y cobrar.
Lo que digo se deduce de lo dicho por quienes han leído ‘Tierra trágame’, que es como lo ha rebautizado Susana Díaz.
Sánchez, que no tiene reparos en coligarse con quien haga falta para conseguir sus propósitos, terroristas, golpistas, prófugos, degenerados…, acusa al PP de aliarse con la extrema derecha, que es el apelativo que dedica a Vox, partido que nunca ha propuesto incumplir ninguna ley, como si hacen sus aliados de extrema derecha y extrema izquierda.
Feijóo le sigue el juego al tratar con desdén a Vox, y lo que debería hacer y con ello sacaría más de quicio a Sánchez, es mostrar sintonía con su aliado natural. Si lo hubiera hecho así desde el primer día es muy probable que ahora fuera el presidente de la nación, y no estaríamos pasando el mal rato al que nos somete el felón ese. Debería ser capaz de aprender de sus errores.
El hecho de que se mostrara más cercano a Vox animaría al electorado de la derecha.
Otro asunto con el que, sin duda, descolocaría al guaperas de la Moncloa, sería el de exigir el regreso del Rey Juan Carlos, que ha prestado mejores servicios a la nación que el PSOE, y ha perjudicado mucho menos.
Sánchez no tiene ninguna legitimidad moral para mantener alejado de España al Rey Juan Carlos.
Feijóo debería defender con toda la gallardía de que sea capaz todo lo que el Felón intenta desacreditar.
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