De nuevo problemas con Israel

 

De la manera en que dice las cosas y los gestos con que las acompaña se deduce que está convencido de que tiene razón. Es evidente que piensa que lo mejor para España y para la humanidad entera es que él sea el presidente del gobierno.

El problema no es él, que no está en sus cabales, sino en el PSOE. Rubalcaba se equivocó cuando catalogó como gobierno Frankenstein al que estaba en cierne. El Frankenstein es el PSOE, que fue concebido por Felipe González como una organización cuya finalidad es parasitar el erario. Para poder hacerlo no tiene más remedio que sostener a Sánchez.

Si Netanyahu hubiera solicitado el perfil psicológico suyo, para saber con quién iba a tratar, se habría ahorrado el rato que pasó con Sánchez ante el vídeo de las brutalidades de Hamás. Porque es claro que le da igual todo. Lo único que le interesa es la presidencia del gobierno. Puesto que tiene ministros antisemitas, por haber necesitado pactar, entre otras gentes infames, con el partido de estos, antisemita radical, pues él antisemita. Y el PSOE lo apoya, porque lo primero es el pesebre.

Para Sánchez, ver ese vídeo es una anécdota que ni lo conmueve,

ni lo puede conmover. Ni al PSOE tampoco. Este es más breve,

https://youtu.be/uRw5DuP5TdE?si=eSIXS1jMZR4Eswd8

Israel es una democracia que ha convertido en vergel un desierto y Hamás es una organización terrorista cuya finalidad es acabar el trabajo que iniciaron los nazis. Hamás está apoyado por el terrorífico gobierno de Irán, que suscita las simpatías de parte del gobierno de España, sin que al PSOE le cause ningún problema moral. Es difícil encontrar algo que al PSOE le cause problemas morales, ya sea pactar con terroristas, golpistas, delincuentes, inútiles… El propio Felipe González ha dicho que hasta el 24-J todo le parecía bien. Ya habían expulsado a Leguina, roto el carnet Paco Vázquez, protestado vivamente Redondo Terreros… Se puede decir que Pachi López entiende mejor la esencia del PSOE que todos esos.

El enfado de Israel no es bueno para España. Ni el de Italia...

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