Deben de haber más, o seguramente hay más, pero me quiero referir a Javier Cercas. ¿Cuál es su complejo? El que conozco, sin que pueda afirmar que no tiene más, es el de que sus padres fueron franquistas. Aunque conociendo al hijo, acomodaticio, cabe suponer que ellos también lo fueron. Vivieron en la época de Franco y se contagiaron del ambiente imperante.
El hijo, flamante académico, vivió en la época del felipismo, en Cataluña, y se contagió parcialmente del catalanismo y llegó a atribuirle a Felipe González unos méritos y unas características que ni en sueños podría tener el sujeto, retorcido y malvado como él solo.
Cercas sabe escribir muy bien y es un gran detective rastreando datos e indicios. Ahora bien, cuando tiene todos los datos ante sí y es el momento de las conclusiones yerra de forma lamentable, porque sus prejuicios le impiden el uso de sus facultades mentales. No puede ver las cosas como son, sino que hace pasar todas sus averiguaciones por el tamiz de sus complejos y de sus intereses estratégicos. Necesita notar la aprobación de su manada y no molestar demasiado a quienes no pertenezcan a ella, pero no estén lejos.
Se supone que en la RAE hará lo que le mande Felipe González. No es que vaya a estar consultándolo continuamente, sino que en la docta casa ya están Luis María Anson y Juan Luis Cebrián, admiradores suyos y hay otros que con toda seguridad también lo son. Entre ellos hay uno del que tengo constancia de que es un sinvergüenza. Si leyera esto, se daría por aludido, aunque no le importaría nada mi opinión. Hay gente que tiene muchos conocimientos y ninguna sabiduría.
Para terminar el asunto y ya que hablamos de la RAE, una pregunta de Pancracio Celdrán Gomariz, que algo sabía de esto: ¿Por qué acepta ‘en ciernes’ cuando la forma fetén y consagrada es ‘en cierne?
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