Según
el documento 'Análisis y perspectivas', elaborado por Cáritas, cada
día hay más gente que se ve obligada a dejar de tomar los fármacos
que demanda su salud, por no poder costearlos.
Paralelamente,
la Administración alardea del ahorro conseguido por este motivo.
Así, cualquiera. Y también ahorra el sistema de pensiones cuando
mueren quienes no toman sus medicamentos. Todo es ahorro, por este
lado para la Administración.
Por
el otro lado no hay ningún ahorro. Las subvenciones a los partidos
políticos, los sindicatos y las organizaciones empresariales no
tienen viso de desaparecer. Los gastos de la Administración española
son elefantiásicos y por si faltara poco, los partidos nacionalistas
siguen derrochando el dinero en lo que les interesa y culpando al
gobierno central, que calla cobardemente, de la desatención en que
tienen a los más desfavorecidos.
España
siempre ha sido un país pobre, aunque en algún momento se creído,
ocasión que ha aprovechado para despilfarrar, llenando el espacio de
líneas de AVE, aeropuertos, autovías y autopistas, entre otras
maravillas.
Al
mismo tiempo, la casta política ha inventado un sinfín de
organismos e instituciones, que son perfectamente prescindibles, pero
sirve para que los políticos coloquen en ellos a sus deudos y
amigos. Entre todas estas instituciones hay una que se lleva la palma
de la desvergüenza y es la fenicia Academia Valenciana de la Lengua,
fundada por Eduardo Zaplana, para complacer a Jordi Pujol, como pago,
o parte del pago, de los votos que éste le daba a Aznar, para que
fuera presidente.
Una
injerencia total de los catalanistas en los asuntos propios de los
valencianos.
Con
el dinero derrochado para acabar con la lengua valenciana se podrían
atender las necesidades de mucha gente, pero para los nacionalistas
hay muchas cosas que están por encima de las personas.
Los
nacionalistas no son los únicos culpables de lo que pasa, lo que
ocurre es cuando es perentorio arrimar el hombro, ellos aprovechan
para sacar más partido aún.
No hay comentarios:
Publicar un comentario