El
gobierno está compuesto por unos señores que han logrado unos votos
y que, por ello, representa a todos los ciudadanos; en consecuencia,
debe obrar en beneficio de todos y no de su partido.
Sin
embargo, y con la excepción del primer presidente de la democracia,
recientemente fallecido, puede decirse que todos los demás han sido
partidistas.
En
la actualidad ha tenido lugar un caso gravísimo, como es el de que
un etarra confiese ante una víctima. El caso es extraordinariamente
grave y demuestra la dejadez del gobierno, porque este etarra debió
haber hecho su confesión ante el Estado, que no debería haber
dejado de preguntarle jamás.
Kepa
Pikabea, uno de los sanguinarios etarras, reconoció ante Miguel
Ángel Madariaga, víctima del terrorismo, que fue él quien mató a
Carlos García Fernández. Lo ha reconocido cuando el caso está ya
prescrito, para vergüenza de las sucesivas autoridades del Estado y
de quienes dicen que la policía tortura, algunos de ellos con sotana
y mando en plaza, para vergüenza del Vaticano, que no ha excomulgado
a ninguno de esos.
Miguel
Ángel Madariaga utilizó mucha información proporcionada por
COVITE, esa asociación sobre la
que el PP lanza infundios, que resulta tan molesta al PSOE, y que
algunos malintencionados que no tienen ni idea de cómo son Consuelo
Ordóñez, Maite Pagazaurtundua, Laura Martín y otros de sus
componentes, tilda de apéndice de UPyD, un partido que sí está con
las víctimas del terrorismo.
Los
partidos de la oposición también están ahí por haber recibido un
número de votos y, del mismo modo, cobran su sueldo de todos los
españoles; por tanto, su obligación consiste en vigilar al
gobierno, por si actúa de forma partidista, para recordarle que debe
obrar en beneficio de todos. Perseguir al crimen es una obligación
primordial. Atender a las víctimas es una obligación moral para
quienes se consideran civilizados. Pero no se ve que al PSOE, IU,
PNV, CiU, ERC, les inquiete la pasividad del gobierno en este asunto.
Ninguno
de esos políticos devolverá el jornal ganado indebidamente.
'Las lunas de Miles Davis'
'Dragoste y Los finales y los sueños'
'Yo soy el hijo de Franco'
'¡Abajo las armas!'
'El amor no es un verso libre'
'Figuraciones mías'
'Fuga y contrapunto'
'Pasos de baile y otros relatos'
'Dragoste y Los finales y los sueños'
'Yo soy el hijo de Franco'
'¡Abajo las armas!'
'El amor no es un verso libre'
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