Andan nerviosillos Sánchez e Iglesias, el Felón y el Chepas, a causa del error de cálculo del mini Rasputín, que ha propiciado que Ayuso ponga el tablero político patas arriba.
Ayuso es muy lista: «España, me debes una», dijo enseguida. Luego, el eslogan, impecable: «comunismo o libertad».
Los pilló con el pie cambiado. Sánchez tuvo que improvisar, a la carrera, un candidato y suerte ha tenido de que Gabilondo se lo traga todo. No le ocurrió lo mismo a su compadre, el adefesio con moño, que no tuvo más remedio que saltar él a la palestra. Se encontró con varios imprevistos, porque es un incompetente, cuya única habilidad consiste en promover y organizar alborotos callejeros. Bolchevismo puro.
El intento ahora de estos chapuceros es estimular el voto de los más sectarios y para ello cada cual utiliza sus armas. Los de Podemos, mediante la provocación y el insulto. Necesitan que se hable de ellos. Es un error responderles. Emplean modales que las personas educadas no se permiten. En tiempo electoral, además, es un error, porque mediante la educación y el argumento consistente no se les quita ningún voto y al ayudarles a hacer ruido puede que alguno de los suyos que ande despistado se despierte.
Los sanchistas tienen la cara igual de dura, pero lo suyo no consiste en despertar, sino en engañar. Si Tezanos tuviera vergüenza no ocuparía ese puesto, por lo que si lo ocupa es que no tiene. No puede negar el tirón de Ayuso, así que recurre a otro truco para movilizar al electorado de su conveniencia y consiste en disminuir a Vox o hacerlo desaparecer. Hasta el momento, todas las encuestas daban más escaños a Vox que a Podemos.
Hay un dato fiable, Vox sabe lo que hace. No ataca a Ayuso para diferenciarse del PP, sino a Casado y Egea.
Puede decirse que Tezanos sólo acierta de casualidad. Pero su intención no es acertar, sino complacer al jefe.
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