martes, 10 de enero de 2023

Griñán no debe entrar, por ahora, en la cárcel

 

Explicaré antes unas pocas nociones de modo que lo pudiera entender el lerdo de Pachi López, de cuya vileza además hay sobradas muestras, y que ha sido nombrado portavoz por otro torpe, autodestructivo, sin darse cuenta de que con ello expone a la luz la esencia del PSOE.

La democracia es incompatible con la impunidad, puesto que en ella rige el imperio de la ley. Y para que esto sea posible es preciso que los jueces sean independientes. Nótese que ninguno de los dos altos personajes citados al principio han llegado todavía, pese a los cargos que desempeñan, a comprender esto.

Según estos principios, Griñán ya debería estar cumpliendo condena en la cárcel, pero ocurre que se le ha detectado un cáncer y en condiciones de cautividad tendría mucho más difícil la curación.

La justicia, y menos en democracia, también es incompatible con el ensañamiento.

En un sistema como el que gozamos en España gracias a los esfuerzos de Adolfo Suárez, que no se le agradecieron bastante y aún los hay que le niegan esos méritos o se los disminuyen, lo fundamental es la civilización. Es un sistema para gente adulta, consciente y responsable de sus actos. Claro que si quienes están al mando no saben lo que hacen, todo puede irse por la borda, y todos esos sacrificios que hizo el artífice para que lo tuviéramos al final no habrían servido para nada.

Por otro lado, tampoco Griñán es ya ningún peligro para la sociedad, aunque si estuviera en buenas condiciones físicas sí que sería un agravio para los contribuyentes que después de haber robado 680 millones, estuviera tranquilamente en su casa.

No puede consentirse, porque el dinero de los impuestos es sagrado. Muchos contribuyentes han de hacer grandes esfuerzos para poderlos pagar, algo en lo que tampoco ha caído ‘el gobierno de la gente’, que lo derrocha a manos llenas.

Esos libros míos


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