Fundamentó su carrera política en el odio al PP -Gregorio Ordóñez, una voz clara y diáfana en contra del terrorismo estuvo a punto de arrebatarle la alcaldía- y la ambigüedad con ETA -algunos insinúan, supongo que irónicamente, que deja el PSOE para ingresar en Bildu-, en clara demostración no es la ética, sino el cálculo electoral, como también es el caso de su partido.
Los socialistas vascos más nobles, hermanados con el PP en la lucha contra ETA, fueron marginados de la primera línea, o dejados a la intemperie, como fue el caso de Joseba Pagazaurtundúa -¡Ay, madre, que me van a matar!-, cuyo caso fue la crónica de una muerte anunciada, mientras los más viles, Odón, Jesús, Pachi -dirás y harás más cosas que me helarán la sangre- quedaban en primer plano.
Paralelamente , a la deserción de este salta la noticia de que el gobierno va a revisar la nefasta ley de Irene Montero, pese a que ella simula que no está conforme, pero se deduce que Tezanos les ha debido de mandar una nota que les ha hecho entrar en pánico. De todos modos, el mal ya está hecho y el gobierno sabía de antemano que las consecuencias iban a ser esas, pero en su característica estupidez pensaba, todos los innumerables ministros y ministras al unísono, que la sociedad lo iba a aceptar al igual que ocurrió con otras bellaquerías suyas. Pero ya se ha visto una vez más que al final la cuerda se rompe.
Y también deben de tener otra nota de Tezanos en la que dice que Andalucía es irrecuperable para el PSOE de momento, y sin esta región es imposible ganar las elecciones.
Odón se ha bajado aparentando representar dignidad, cosa que nadie que esté claramente en contra de ETA, como es la obligación de todo demócrata, le puede reconocer.
Por mi parte, que soy sólo observador, vengo alertando de que el PSOE puede desaparecer. Puede que no lo haga de golpe, pero tal y como ha quedado tiene muy difícil reverdecer.
Esos libros míos
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