Cantaban la canción ‘Rata de dos patas’ cuando en la pantalla había alguien al que se le conoce más por gallina, y tampoco tiene chepa. Semanas antes habían pagado a unos mariachis para que se lo cantaran a otra persona distinta de las dos citadas anteriormente. O sea, que la canción está de moda y es por algo.
Hace poco, el presidente del gobierno estuvo explicando, él, como si tuviera autoridad intelectual para explicar algo, el método para reconocer a un totalitario. Se conoce que se cree todo lo que le dice Tezanos. Debe de ser por ello que su atrevimiento llegue a tanto. Anteriormente, dijo, ufano, que pasará a la historia, entre otras cosas, por…
Bien, lo que no se atreve a decirle Tezanos, porque sabe que su puesto de trabajo depende de la habilidad con que le mienta, se lo dijo Ayuso, que esa no se encoge: ¡Que te vote Chapote!
Tezanos le teme, con razón, porque sabe que lo que menos le cuesta es cortar cabezas. Por ahora, metafóricamente. Si lograra derrocar al Rey, se convertiría enseguida en un tirano, estilo Maduro u otros similares y entonces nos enteraríamos de lo que vale un peine.
El caso hay una manifestación en Madrid, y se han diez motivos para acudir. ¡Santo Cielo! ¡Diez nada más! ¡Pero si hay diez mil! Uno de los que no se han dicho es Otegui, otro Junqueras, otro Yolanda...
Explicaré el método para reconocer a un burro: si su nombre es Pedro y sus apellidos Sánchez Castejón, ese es.
Pasará a la historia. Claro que pasará a la historia. En eso sí que ha acertado. Si la idea es de Tezanos, en esto sí que le ha dicho la verdad. En lo que lo ha engañado, faltándole al respeto, es en los motivos por los que lo hará. Entre otras cosas y no pocas, por haber nombrado ministras a las podemitas Montero y Belarra. Entre las dos están causando una destroza enorme, grandísima.
Esos libros míos
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