Reconozco que decir que los de Podemos piensan es excesivo, pero de algún modo hay que referirse a lo que sale de lo que tengan en las oquedades de sus cráneos. Aportaré una serie de disparates concatenados, para dar sentido a lo dicho: «Pablo Iglesias: “Al independentismo catalán se le podrán hacer muchas críticas, pero no es violento. Y como no es violento, y es un movimiento democrático, no es legítimo utilizar el derecho para combatir al independentismo catalán, y por lo tanto hay que cambiar la ley”».
El independentismo no existe, es secesionismo; el nacionalismo necesita la violencia, moral o física; la democracia consiste en que rija el imperio de la ley y es incompatible con la impunidad.
Bien, pasemos a las ratas, a las que por algún extraño motivo protegen las podemitas. A saber qué asociación de ideas les ha llevado a proponer esta ley, y la de la zoofilia. ¿Es que alguien de Podemos tiene relaciones sexuales con algún bicho? Pregunto simplemente, porque a mí nunca se me habrían podido ocurrir esas barbaridades y estoy perdido.
Pide Arrimadas a Sánchez que destituya a Irene Montero. Y a Belarra, ¿qué? Además, quien debe dimitir es Sánchez, que es el último responsable de esas leyes, aunque ahora, sin necesidad, se haga el tonto. Porque eso de que un tonto (pasaré a la historia, entre otras muchas cosas…) se haga el tonto es más que ridículo.
Es un tipo que optó por la autodestrucción al unirse a Podemos, pero es que fue más allá al hacer pactos con terroristas, golpistas y demás gente de mal vivir. Como consecuencia, ha dejado sueltos a los peores tipos que poblaban las cárceles, de imposible reinserción por otra, y ha dejado dentro a otros delincuentes a los que sí que habría valido intentar reeducarlos.
No contento con esto, ha manoseado la justicia, poniéndola a su servicio, como un Maduro cualquiera, y ha dejado inerme al Estado.
Claro que es urgente que se vaya.
Esos libros míos
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