Finalmente, se cumplió uno de mis sueños: pude saludar a Maite Pagazaurtundúa. Siempre he sentido un gran respeto a las víctimas del terrorismo, contra las que atentó la banda vasca, para asustar a todos les españoles.
Es un hecho que algunas de ellas luego no están a la altura, pero no por ello dejan de ser víctimas, y en su condición de tales me remito a lo dicho.
Pude saludar a Maite porque acudió a la presentación de ‘La del alba’ en el Centro de Arte Moderno. Uno de los personajes, Ignacio, coincide con Joseba Pagazaurtundúa en su honradez y en su idea del socialismo.
Le dije, y de ahí no pasaré, que si Joseba no se hubiera mantenido fiel a sus principios seguramente seguiría con vida.
Digo esto porque un buen número de socialistas intenta defender los pactos del PSOE con Bildu. A estas alturas, en las que Sánchez ya es un cadáver político, lo más probable, en la mayor parte de los casos, no es que pretendan defender a Sánchez, al que es muy posible que detesten, sino que lo que intentan es justificarse.
Es por ello que he sacado a relucir a Maite y a Joseba, para hacer constar el agravio que les hacen.
Hasta el momento, el PSOE ha venido apoyando a Sánchez. Y es ahora, cuando ya está dando los últimos coletazos, es cuando se han atrevido a salir a la plaza a torear unos cuantos. Los Page y similares. Nunca los cobardes han hecho nada que merezca la pena. Siempre en las situaciones graves se ha dicho que es tiempo de valientes. Joseba Pagazaurtundúa fue uno de ellos, pero lo dejaron solo. No lo entendieron.
El hecho que últimamente un idiota haya proferido la vileza mayúscula de hacer una comparación entre Bildu y el PP y Vox, en la que salen ganando los primeros, no es más que la constatación de que el pacto con Bildu es injustificable. Y de que Sánchez está en las últimas.
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