miércoles, 28 de junio de 2023

Masoquismo para no ofender a los musulmanes

 

Una parte muy importante de Cataluña es autodestructiva. No hay más que fijarse en que estaba destinada a ser, con la ayuda del resto de España, en la región más rica de Europa.

Y se está empobreciendo de modo irreversible porque sus dirigentes han castrado a la juventud, al obligarla cosas que no tienen utilidad e introducirle ideas en la mente que la convierte en carne de psiquiatra.

Por si el cuadro no fuera bastante horrible, se ha fomentado la inmigración musulmana en Cataluña, porque los que llegan de Sudamérica hablan español.

La religión musulmana fue inventada específicamente para dominar y controlar a las masas. Los países en los que rige viven estancados en tiempos pretéritos, porque impide el desarrollo y la adecuación a los tiempos modernos.

Los inmigrantes musulmanes no se pueden integrar en las civilizaciones que los acogen a causa de esta nefasta religión.

Lo aconsejable sería que se les deje entrar si llegan con contrato de trabajo, pero habiéndose dejado la religión en sus países. En España, el Islam no debería tener cabida, porque es una religión totalmente incompatible con la democracia.

Ver mujeres por las calles con esas prendas con las que pregonan su sumisión a los hombres causa enojo. No se debería admitir.

Pero estas gentes que resumen en sí mismas toda esa pulsión autodestructiva de Cataluña, que son los de la CUP y los secesionistas de cualquier pelaje aún van más lejos en su afán masoquista. Quienes disfrutan incordiando a los que profesan la religión católica, que ha venido sabiendo adaptarse a la democracia, y más que sabrá, exigen que retiren los alimentos procedentes del cerdo para no ofender a los musulmanes. En lugar de exigirles que se adapten a las costumbres de quienes los acogen, demandan a estos que se priven de comer lo que les gusta, porque los otros se pueden molestar. Esto es imbecilidad galopante.

Esos libros míos

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