jueves, 24 de octubre de 2019

En TVE cada vez se esmeran más

Pero en lo que se esmeran es en hacer el ridículo, por no decir algo peor. Porque lo de decir que los restos de Franco -cuyo cambio de sitio tiene la finalidad de hacer creer que otros de su tiempo fueron mejores que él- iban a ser enterrados junto a Carmen Calvo puede ser tanto una incursión en el citado campo de lo tragicómico, como un acto de crueldad.
En cambio, lo de decir que al policía que permanece en la UCI le cayó una piedra en la cabeza, no tiene ninguna gracia, porque no es verdad y el asunto es grave. No le cayó ninguna piedra, sino que se la tiró un homicida, al menos en grado de tentativa. Le tiró una pedrada con tal fuerza que le destrozó el casco y lo mandó a la UCI.
TVE se mantiene con los impuestos de los ciudadanos, por tanto, les debe respeto.
No debería contar los sucesos de Cataluña como si hubieran surgido de forma espontánea y de acuerdo con alguna lógica, porque eso no es lógico, ni puede ser. En la civilización, quienes se proponen delinquir ya saben de antemano la pena que les va a corresponder si los atrapa la policía. Por tanto, las protestas contra la sentencia no tienen sentido, por mucho que haya políticos gamberros que las alienten, e incluso algunos de ellos exijan la amnistía para los delincuentes. Una persona civilizada no tiene más remedio que acatar la sentencia y, en cualquier caso, si es simpatizante de los condenados, dar las gracias de que no haya sido más dura.
Estas protestas, en las se percibe tanto odio, tanto instinto destructivo y asesino, tienen que haber sido necesariamente programadas de antemano. No son protestas, son asaltos a la dignidad de los catalanes, que queda por los suelos. Son asaltos a la civilización, chavismo en estado puro. 


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