Me refiero a lo que ha hecho Mas Madrid
con él. Tengo anotados tres tuits suyos. El primero data del
20/05/13, y está puesto a las 14’53. Dice así:
«Matar a un ministro, ¿cuántos años
de cárcel son?»
El segundo es del 5/10/13, a las 10’36.
La gracia es esta:
«De vuelta en Madrid tras 2 semanas por
Turquía, Grecia, Italia… Muy decepcionado con todos vosotros
porque Rajoy sigue vivo».
La fecha del tercero es muy próxima a la
navidad de ese año, concretamente del 20/12/13, a las 22’11. No se
dejó influir por el ambiente:
«Yo no puedo aseguraros que por torturar
y matar a Gallardón se vaya a cambiar toda esta historia, pero por
probar no perdemos nada».
Es evidente que este chico ha captado
perfectamente el espíritu de Podemos, lo suyo es pura esencia
podemita.
Por el artículo de Alfonso Ussía, he
sabido que este chico va en silla de ruedas, es escuchimizado y tiene
afición a la bebida. Es fácil que a quien bebe más de la cuenta
se le vaya la lengua, pero de ahí a que pueda acosar a alguien…
Podría hacerlo con un jilguero metido en una jaula.
Si,
como parece ser, ha
aceptado el castigo es porque no se chupa el dedo y sabe que con los
comunistas no caben bromas. Para ellos, las personas son como piezas
de un engranaje; no les cuesta nada eliminar una que les molesta, de
forma metafórica en las democracias, y de forma real en donde
disfrutan del poder, en la antigua URSS, en las actuales Corea del
Norte, Cuba o Venezuela. Pablo Soto sabe que si cede puede volver a
tener opciones más adelante y si no lo hace procurarán hundirlo de
forma irreversible. Se les ve en la fiereza con la que se atacan
entre sí cuando andan
a
la greña.
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